Los intangibles han cobrado cada vez más peso en el valor que damos a todo en la vida.
Por ejemplo, lo que hoy aporta mayor valor a las empresas no son sus bienes físicos, sino los que no se pueden tocar: el capital intelectual, la marca, la cartera de clientes.
El Personal Branding establece estrategias para que los profesionales se consideren y se gestionen a si mismos, como empresas.
Si extrapolamos el concepto anterior a nuestra marca personal, entendemos que nuestro principal activo, nuestro mayor valor, son 4 grupos de intangibles:
Capital Intelectual: aquí entra todo tu conocimiento, estudios que puedas demostrar, certificaciones, experiencia y know how acumulado (que te sugiero inventariar y poner en blanco y negro), hasta invenciones y derechos de autor.
Capital Diferencial o Posicionamiento: Ese valor adicional que otros perciben en ti por tu forma particular de ser, hacer y lo que entregas como servicio, como valor añadido; lo que te diferencia de la competencia porque el mercado premia tu marca. Trabajar en tu diferenciación y tu promesa de valor es de lo más importante.
Capital Comercial: incluye tu cartera de clientes, tu base de datos o lista de emailing, tu capacidad de atraer leads y monetizarlos, así como las recomendaciones que dan de ti.
Capital Relacional: formado por tus contactos, resultado de tu Networking (que implica que puedes ser útil para esos contactos y ellos para ti), por las personas que conoces y la relación de valor que construyes con ellas, por las puertas que pueden abrirse mutuamente, por tus apariciones públicas y el reconomiento que recibes.
Estos 4 grupos deben trabajarse de forma balanceada y consistente, siguiendo un plan; para que tu marca personal te abra más puertas y trabaje por tus objetivos.
¿Ya empezaste?
Parte de nuestro trabajo es ayudar a profesionales, ejecutivos corporativos y dueños de negocios a desarrollar y visibilizar su Marca Personal.