El trabajo en equipo es esencial para que una empresa funcione sobremanera, por eso es importante crear un ambiente laboral proactivo y positivo en el que todos los trabajadores puedan dar lo mejor de sí mismos.

En esta nueva entrada queremos manifestar cuáles son las 5 C´s del trabajo en equipo, es una especie de “manifiesto” que nos da algunas claves para que sepamos mejorar el trabajo y la colaboración entre los equipos.

Las 5 c’s establecen todos los factores que entran en juego en un buen trabajo en equipo. Teniéndolas siempre muy en cuenta y ponerlas en práctica, podemos afirmar que el trabajo en grupo será muy positivo para todos, se conseguirán los objetivos claros y la motivación irá en aumento gracias a la satisfacción propia de los integrantes y del equipo en general.

Comunicación

La primera “C” es la que corresponde a la Comunicación. Dentro de un equipo de trabajo resultará esencial que exista una óptima comunicación entre los miembros para, así, poder seguir adelante en cualquier proyecto. Contar con buenas estrategias comunicativas es fundamental para que haya un buen ambiente en el trabajo y todos los miembros se sientan bien atendidos y respetados.

La Comunicación es una de las destrezas más importantes en un equipo de trabajo, ya que en todos los proyectos hay dificultades y malos entendidos, y la receta para resolverlos y fluir es mantener una comunicación activa, incluyendo una escucha activa.

Confianza

La confianza es otro de los elementos clave que deben existir dentro de un grupo de trabajo. No hay nada peor que un equipo en el que uno siente que lo hace absolutamente todo y en el que se puede sentir desbordado. Delegar es esencial para poder obtener mejores resultados y, para que esto pueda hacerse realmente, se necesita que exista la confianza.

Compromiso

El compromiso es una decisión personal, que puede y debe ser impulsada por el resto de personas y del líder de un equipo. Cada miembro debe dar lo mejor de sí mismo, y la confianza, la comunicación y una coordinación del trabajo incrementará el compromiso de los integrantes. En este sentido, la capacidad del líder para poner a todos los miembros del equipo mirando al mismo objetivo contribuye a la motivación y el compromiso, pero, sobre todo, a conseguir que la naturaleza del proyecto esté alineada con las motivaciones de sus miembros, alineación que, en mayor o menor grado, siempre debería de existir.

Coordinación

En un equipo, sea cual sea su naturaleza si no hay coordinación, es imposible que el trabajo salga bien porque cada uno irá a sus cosas, a su ritmo y según sus necesidades sin tener en cuenta al resto. Para que la coordinación sea óptima, el punto de partida es una planificación adecuada. Además, cada uno tiene que conocer sus tareas y objetivos dentro del equipo y del proyecto, cuál es su rol, pero también el de los demás, y tener bien determinados los tiempos. Si todos somos conscientes del alcance y los requerimientos del proyecto es viable la coordinación y sincronización dentro del equipo.

Complementariedad

La formación de un equipo pone en valor el significado de este concepto en la práctica del trabajo diario. Si todos los empleados tuviesen el mismo conocimiento y preparación, también tendrían dudas similares y mismas fortalezas. Por el contrario, esta complementariedad refuerza el talento propio y ajeno.

En definitiva, el trabajo en equipo es algo complejo, un proceso en el que no solemos reflexionar. La preparación de un equipo para trabajar en equilibrio a menudo se infravalora y se desconoce la necesidad de emplear tiempo al conocimiento y la compresión de las motivaciones y las capacidades de los miembros que lo forman, para alcanzar sinergias positivas.