Por Patricia Figuera Ochoa

Estar saludable está de moda. Las “recetas” para lograrlo son tan diversas como las personas que las requieren y promueven; tan diversas como los ingredientes que se pueden usar para un mismo plato o las indicaciones médicas que un profesional puede dar tras personalizar la atención de salud de un paciente.

Estar saludable está de moda, porque las formas de alcanzarlo están al alcance de un clic; sin embargo, el acceso abierto a información no asegura la calidad de esta. Comunicar salud supone hoy un reto importante, porque el consumidor -bien o mal- está más informado y en búsqueda constante y porque la calidad de la información debe respetar derechos humanos fundamentales como la educación, la atención de salud con calidad y la vida.

En este sentido, los servicios de atención y consejería deben ser propuestos por un profesional cuya idoneidad sea visible e indiscutible y cuyas capacidades comunicacionales motiven un consumo correcto de la información y conlleven, finalmente, al acercamiento real que derive en una relación ganar-ganar.

Los profesionales de salud que decidan promoverse a través de la red social (que incluyen también web y app marketing) tienen diferentes formas de hacerlo: en formato audiovisual, tipo blog, infográfico, interactivo, por citar algunos; y con diferentes contenidos: informativo-educativo, noticioso, de investigación, gamificado, entre otros. Al final, todo junto lleva al marketing digital y las acciones de awareness y engagement tendrán sus fases determinadas, respondiendo a los objetivos previstos, pero, sobre todo, al comportamiento propio de quienes interactúan con la red y a través de esta.

Esto último supone otro reto que enfrentar. Las constantes actualizaciones del funcionamiento de aplicaciones y los cambios de algoritmos de los cuales depende el posicionamiento de la información en el entorno digital requieren más frecuentemente de lo que se estima, de adecuaciones en las formas o del contenido para lograr los objetivos.

Estos cambios no son del todo visibles por quienes tienen la responsabilidad de ser las fuentes de información. Se debe poder identificar y analizar los cambios, identificar las necesidades de la audiencia actual y de los nuevos actores, y cómo generar nuevos contenidos en los tiempos que dichos cambios exigen. Bajo este panorama, el trabajo conjunto entre el profesional de la salud y un equipo experto en comunicaciones es clave para el posicionamiento reputacional y comercial del primero.

Con nosotros, la dupla de trabajo contempla la participación de un equipo experto multidisciplinario por parte de la agencia, que con visión integral y en conjunto con usted, diseñará un plan estratégico de comunicación orientado a los objetivos. Cuando el plan está bien hecho y ejecutado, los logros sobrepasan los límites de lo previsto, ofreciendo beneficios que impulsan la marca, sea personal o corporativa. Gracias a ello, una sociedad médica de cirugía que buscaba tener identidad de marca y posicionarse en el gremio, es consultada por pacientes que buscan atenderse con un especialista o verificar si el que desean es idóneo y esto influyó en el crecimiento de su membresía; mientas que una de gastroenterología que buscaba promover un evento docente amplió sus necesidades de comunicación al ver que sus audiencias pedían otro tipo de información adicional, más corporativa; o una marca personal se convierte en un líder de opinión que conlleva a la creación y lanzamiento de productos propios.

Comunicar salud es comunicar beneficios. Es también hacer responsabilidad social, pero debe hacerse bien.