Hay 4 tipos de contenido según su objetivo: los que inspiran, informan, educan o entretienen:

  1. Inspira y crea contenido que conecte desde la emoción, que motive a tu audiencia a superar sus límites, divertirse y convertirse en mejores personas.

Para esto es muy útil usar el storytelling, que puede basarse en historias personales, de marca o incluso casos de estudio.

Intenta salir, de vez en cuando, de tu zona de confort; hazte preguntas profundas y comparte con tu audiencia lo que te sale de dentro. Abrirte puede darte una grata sorpresa.

  1. Informa si quieres posicionarte como experto en tu nicho.

Para mantener informada a tu audiencia Debes estar siempre actualizado, conocer las buenas prácticas, estudios interesantes y casos de éxito de tu sector, investigar cuáles son las mejores fuentes de noticias y crear para ellas alertas en Google. Incluso hacer alianzas con otros referentes que puedas entrevistar.

Conviértete en un gran curador de contenidos de terceros, pero siempre citando la fuente, aportando tu experiencia y tu estilo.

  1. Cuando educas a tu audiencia, debes pensar primero que puedes enseñar que sepas hacer bien. Los posts que enseñan son una buena manera de posicionarte como experto en tu área.

Busca qué quiere aprender tu público objetivo y enséñales cómo se hace, atajos, tips, herramientas, resuelve sus dudas. Los contenidos tipo “How to”  “cómo lograr que….” “cómo convencer a…..” “Claves infalibles para…”, “5 pasos para..”, “10 tips para aprender a…”, son muy populares y tienen un alto impacto a nivel de SEO.

Y si te quedas sin ideas pregunta a tu audiencia qué les gustaría aprender y con esa información desarrolla nuevos contenidos.

  1. Engancha a tu audiencia con contenidos divertidos.

El humor es un gran aliado y puede ser viral más fácilmente.

Con humor o narrativas entretenidas entras en complicidad con tu audiencia, y hasta puedes hacerle reflexionar y dejar moralejas. No tengas miedo a usar memes o contar historias entretenidas, en cualquier formato. Lo importante es adaptar estos contenidos a tu estilo, para resulte auténtico y cónsono con tu marca.

Cada uno de nosotros, en nuestro propio estilo, tono y formatos preferidos, nos sentimos mejor escribiendo o produciendo un tipo específico de contenido. Pero, mezclar de vez en cuando los 4 tipos clásicos de contenido, ayuda a alcanzar una audiencia más grande, sorprenderlos, darles novedad y no encasillarte.